Beta Score: Barry Seal American Made


Llegué al Multicines de El Condado a las ocho de la noche del martes (ayer) sin un plan fijo sobre cual película ver. Entre las opcionadas estaban Premonición 2:22, Vienen por tí, Kingsman 2, Mother y Si Muero Primero. Consultando la calificación de las películas en IMDB, me sorprendí porque Barry Seal tenía mejor calificación que Mother y la misma que Kingsman 2. Las demás, a excepción de Si Muero Primero, tenían calificaciones inferiores. Si Muero Primero tenía una horario demasiado tarde como para poder regresar tranquilo a casa.

Dicho esto, debo aceptar que Barry Seal, era la película que más interés me causaba. En parte porque el género de acción siempre ofrece emoción y diversión, al menos, cuando uno se encuentra en el mindset oportuno.

Tenía entendido que esta película estaba basada en una historia de la vida real, lo que me hacía interesarme un poco más de lo usual en una película de Tom Cruise. La última vez que vi a este actor en la pantalla, salí bastante decepcionado. Lo vi en la última versión de La Momia, que de una forma desatinada, crearon.

El tema que aborda la película, aquellos años convulsos de finales de la década de los setentas y principios de los ochentas, en los que se mezclan los últimos vientos de la guerra fría, con la revolución sandinista y el ascenso del cartél de Cali, es bastante atractivo para una audiencia sudamericana. El enfoque esta película ofrece: la historia de una piloto que obedece a más de un jefe/interés, ofrece una perspectiva fresca sobre los diferentes escenarios que esta temática plantea.

El guión está estructurado en base a unas cintas que el mismo Barry Seal dejó, en las que grabó testimonios que daban forma a su terrible y grandiosa aventura, en la que tuvo la oportunidad de generar una gran fortuna, así como su carácter indómito le permitía establecer amistades bajo las condiciones más extremas.

Algo que me gustó mucho de esta película, es que se siente, desde el primer plano, como una verdadera película. Claro, esto está influenciado por una cierta percepción del cine como algo que funciona mejor cuando se enmarca en ciertos códigos, como una fotografía que convence, que ofrece una construcción estética. En estos tiempos, y desde hace ya algunos años, la presencia del video hizo que se interrumpiera la lógica fotográfica del cine. Esta película funciona, en ese sentido, de una manera mucho más convencional y eso resulta refrescante.

El rol que cumple Tom Cruise en esta película también funciona. El héroe de acción atractivo físicamente y poseedor de un gran carisma, calza perfectamente con el personaje de la forma en la que está planteado. Cuando uno observa fotos del verdadero Barry Seal, puede apreciar que la decisión de hacer más estético al personaje fue una decisión muy consciente, en miras de hacer de esta película de acción con contenido, un éxito comercial y de entretenimiento.

Se puede mencionar que el género en el que se enmarca esta película es uno de sus atractivos. American Made no es solamente una película de acción. Es un híbrido. Esta película mezcla las convenciones del género, con elementos documentales y por tanto eleva la narrativa por encima de las secuencias emocionantes propias del movimiento temerario del piloto sobre su avioneta, y la empapa de elementos temáticos con relevancia histórica. Esta es una película de acción que tiene elementos de un drama histórico contemporáneo. Aunque esto suena un tanto forzado, el director logra que funcione gracias al tono ligero que le permite el personaje, a esta película.

Finalmente quisiera mencionar a Doug Liman, el director de la película. Porque cuando vi su nombre aparecer en la secuencia de créditos, supe que su firma estaba atada a otra película que causó una buena impresión en mi, así como yo iniciaba en mi interés por volverme un cineasta. Después de hacer una búsqueda rápida en la base de datos de IMDB, me di cuenta de que Doug era responsable de la película GO, filmada a finales de los noventas. GO era una película que se enmarcaba dentro de la moda de películas sobre la cultura de las drogas, de la que formó parte Trainspotting, Fear and Loathing y la menos conocida Spun (que contaba con música de Billy Corgan). GO era una película muy divertida, que incluía en su elenco a un rostro que conocí a través de la serie Party of Five: Scott Wolf. En aquella época GO era considerada una película de un mediano valor y el nombre de Doug Liman no volvió a mi radar, sino hasta ahora.

Siempre es un placer encontrarse con la película de un director que nos causó emoción en el pasado y de quien esperábamos más.

Voy a darle a esta película un 5/5

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