Mudbound (comentario)
Mudbound: el color de la Guerra es una película de las que estuvieron nominadas a varios óscares, incluido mejor guión adaptado. En este deseo mío de empaparme de estas películas, lo que no viene sin un sentimiento de estar distanciado de mi vena más indie, fuimos a ver con la Marisela, este film.
La película es contada a través de al menos cuatro o cinco personajes, cuyas voces se intercalan en la narración. Estas voces ofrecen diferentes perspectivas sobre un tema del cual yo escuché por primera vez en Filadelfia, cuando me preguntaba sobre la causa de la condición crítica en la que se encontraban los barrios del norte de la ciudad.
Resultó que estos barrios fueron ocupados por habitantes negros y abandonados por sus habitantes blancos en lo que se conoce como el white flight. Este fenómeno trajo consigo diferentes momentos de actividad política que tuvieron un auge en los sesentas, pero que vieron una decadencia de los barrios negros por la crisis económica de los setentas y fenómenos como la proliferación de problemas de salud pública, como efectos de la desatención y la apatía. Lo cual llevó al estado de esos barrios al momento en el que los conocí.
Además y eso es lo que tiene que ver con Mudbound, al cabo de la segunda guerra, a los soldados blancos se les confirió la posibilidad de adquirir casas en los suburbios, mientras que el tratamiento a los soldados negros, diferenciado, los llevó a ocupar los barrios urbanos como los del norte de Filadelfia. En los tiempos del surgimiento del movimiento por los Derechos Civiles, el norte de Phily fue el escenario de grandes concentraciones encabezadas por el propio MLK o por su colaborador Cecil B. Moore.
En el caso de Mudbound tenemos un soldado negro que regresa de la guerra, a una hacienda en Mississippi, en la que su familia presta servicios a los dueños de la tierra, con la consciencia de que es hora de ser dueños de su propia finca. Los dueños de la tierra son una familia que acaba de llegar siguiendo los deseos del marido de dedicarse a la agricultura.
El agricultor recién llegado de la ciudad es acompañado por su mujer, que no fue prevenida de su idea de salir de la ciudad; sus dos niñas, un abuelo perturbado por los derechos que está alcanzando el pueblo afro y un hermano, que como el otro soldado, regresa del frente en Europa, donde ha podido generar un gran sentimiento de hermandad entre compañeros que ha dejado atrás los recelos y las distancias marcadas por un sentido de raza. Este último personaje es en cierta forma, el tipo de estadounidense que es protagonista de muchas películas ambientadas en el ethos contemporáneo.
Cómo un vistazo a ese pasado reciente e impulsado por la urgencia de movimientos como Black Lives Matter, Mudbound nos ofrece una perspectiva complementaria a la narrativa de la Segunda Guerra, un conflicto que trajo a casa ( pensando en EEUU ) la dignidad inquebrantable de quienes supieron que ni las barbaridades del KKK, ni la durísima opresión cotidiana podrían frenar su ciudadanía plena.
Mudbound no ganó ningún premio, el de guion adaptado se lo llevó Call me by Your Name, aún así, teniendo en cuenta que la entrega de los óscares puede, como a mí, servir como un pretexto para sacarle mejor provecho a la oferta de las pantallas locales, vale la pena ir a verla en el cine, ya que estará estos últimos días aún en cartelera.
Santiago Soto
01/04/2018
La película es contada a través de al menos cuatro o cinco personajes, cuyas voces se intercalan en la narración. Estas voces ofrecen diferentes perspectivas sobre un tema del cual yo escuché por primera vez en Filadelfia, cuando me preguntaba sobre la causa de la condición crítica en la que se encontraban los barrios del norte de la ciudad.
Resultó que estos barrios fueron ocupados por habitantes negros y abandonados por sus habitantes blancos en lo que se conoce como el white flight. Este fenómeno trajo consigo diferentes momentos de actividad política que tuvieron un auge en los sesentas, pero que vieron una decadencia de los barrios negros por la crisis económica de los setentas y fenómenos como la proliferación de problemas de salud pública, como efectos de la desatención y la apatía. Lo cual llevó al estado de esos barrios al momento en el que los conocí.
Además y eso es lo que tiene que ver con Mudbound, al cabo de la segunda guerra, a los soldados blancos se les confirió la posibilidad de adquirir casas en los suburbios, mientras que el tratamiento a los soldados negros, diferenciado, los llevó a ocupar los barrios urbanos como los del norte de Filadelfia. En los tiempos del surgimiento del movimiento por los Derechos Civiles, el norte de Phily fue el escenario de grandes concentraciones encabezadas por el propio MLK o por su colaborador Cecil B. Moore.
En el caso de Mudbound tenemos un soldado negro que regresa de la guerra, a una hacienda en Mississippi, en la que su familia presta servicios a los dueños de la tierra, con la consciencia de que es hora de ser dueños de su propia finca. Los dueños de la tierra son una familia que acaba de llegar siguiendo los deseos del marido de dedicarse a la agricultura.
El agricultor recién llegado de la ciudad es acompañado por su mujer, que no fue prevenida de su idea de salir de la ciudad; sus dos niñas, un abuelo perturbado por los derechos que está alcanzando el pueblo afro y un hermano, que como el otro soldado, regresa del frente en Europa, donde ha podido generar un gran sentimiento de hermandad entre compañeros que ha dejado atrás los recelos y las distancias marcadas por un sentido de raza. Este último personaje es en cierta forma, el tipo de estadounidense que es protagonista de muchas películas ambientadas en el ethos contemporáneo.
Cómo un vistazo a ese pasado reciente e impulsado por la urgencia de movimientos como Black Lives Matter, Mudbound nos ofrece una perspectiva complementaria a la narrativa de la Segunda Guerra, un conflicto que trajo a casa ( pensando en EEUU ) la dignidad inquebrantable de quienes supieron que ni las barbaridades del KKK, ni la durísima opresión cotidiana podrían frenar su ciudadanía plena.
Mudbound no ganó ningún premio, el de guion adaptado se lo llevó Call me by Your Name, aún así, teniendo en cuenta que la entrega de los óscares puede, como a mí, servir como un pretexto para sacarle mejor provecho a la oferta de las pantallas locales, vale la pena ir a verla en el cine, ya que estará estos últimos días aún en cartelera.
Santiago Soto
01/04/2018
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