Sorteando la segregación y la inequidad

Sí no existieran los paraísos fiscales no estaríamos en este punto. Los paraísos fiscales se volvieron aceptables en un momento en el que se intentaba construir la globalización, con el deseo de vencer a los pactos militares de la Guerra Fría. El problema de la globalización es que significa que todo el mundo debe consumir los mismos productos, pero no hace lo suficiente por atender los problemas más graves de la humanidad: la segregación y la inequidad.

Si por el otro lado, la globalización hubiera sido conducida como un proceso que permita legitimar lo que los humanos hacemos de forma espontánea desde que caminamos la Tierra: mezclarnos y reproducirnos, quizá ahora viviríamos en un mundo con una mayor consciencia de su gran riqueza compartida: el tesoro de una humanidad que se reconoce como una gran familia.

En estos tiempos vivimos una situación compleja. La jerarquía estratificada que nos dejó el gran crecimiento económico que experimentó Estados Unidos y Europa Occidental desde que se tumbó el muro, ha hecho que la sociedad global sienta las fricciones entre cada una de estas capas.

Así como estas capas se definen a través de diferentes niveles de acceso a los derechos humanos y al capital, los procesos sociales que surgen desde las bases de la humanidad y no de la globalización dejan que se observen los perfiles de una ideología perversa. Aquella que lamentablemente no se superó al finalizar la Segunda Guerra.

Existe una oportunidad. Que logremos reconocer estas barreras artificiales de acceso, que logremos reflexionar sobre los mecanismos sofisticados con los que la segregación se ejecuta. Algunos, tan sofisticados como la inteligencia artificial.

Este tiene que ser un ejercicio de compasión, de conversación, no en masa, sino directa y con alguien que no esté en nuestra misma facción, sino con alguien con quien siempre hemos sentido esa distancia.

Si podemos desenredar esa distancia en nuestra mente. Sea esta de clase, de raza, de orientación sexual, fe religiosa, ideología política, nacional, pero sobre todo, en estos tiempos atravesados por estos medios invasivos: geográfica (la que se encuentra entre los barrios que acaparan la riqueza y aquellos de los que esas mismas personas salieron en algún momento de la evolución económica de sus familias), podremos evitar la guerra.

La guerra que sucede en tu cabeza, la que te consume, porque el miedo, la ira, el odio y el sufrimiento, poco a poco amenazan tu vida.




Santiago Soto
02/20/2017

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